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Tarek Ode, perseguidor de luces y huellas

El cineasta presenta en Fuerteventura ‘Huellas. Manifestaciones rupestres de las islas Canarias’

María Valerón 0 COMENTARIOS 20/05/2022 - 07:21

Tarek Ode lleva más de 10 años persiguiendo la luz del pasado. Su cámara ha iluminado yacimientos arqueológicos de todo el Archipiélago y, cuenta, su trabajo le ha enseñado a amar el territorio, a leer a través del paisaje. Ode asegura que su mayor aprendizaje visual ha sido descifrar el entorno: “Leer el lugar, todo lo que está situado en un espacio: la piedra, las ramas, la ubicación, la dirección del viento. Escuchar, sentir, oler, respirar el territorio... Forma parte del aprendizaje, después de tantos años caminando con distintos arqueólogos por distintas islas”.

El fotógrafo y cineasta presenta este viernes en el Auditorio de Puerto del Rosario su último documental, Huellas. Manifestaciones rupestres de las islas Canarias, un trabajo que recorre yacimientos arqueológicos de todo el Archipiélago reuniendo, por primera vez, las manifestaciones rupestres, escritura, pintura y mensajes grabados de la población aborigen. Rodado entre 2020 y 2021, el documental enfrenta, además, en la gran pantalla yacimientos a dos orillas: Sáhara y Canarias reunidas por el pasado.

“Hicimos una expedición en el Sáhara para contrastar los hallazgos arqueológicos: fue una bestialidad. Un yacimiento tras otro, era todo nuevo, todo desconocido y por mostrar. Las similitudes con Canarias son irrefutables, al fin y al cabo es de donde venimos”, explica Ode, que señala entre los principales vínculos “la escritura líbica-bereber, pero también los tipos de grabados, las formas de los yacimientos... Todo está claramente conectado”, recalca.

El documental, que ya ha recorrido La Palma, Tenerife, El Hierro y Gran Canaria, y que ha sido seleccionado en el Festival de Cine Arqueológico del Bidasoa (Guipúzcoa), ofrece, además, imágenes inéditas de diferentes yacimientos que, hasta la fecha, habían permanecido escondidos para el gran público. “Somos, por ejemplo, el primer equipo que ha entrado en la Cueva Tiznada, que fue uno de los hallazgos más importantes de los últimos años, a nivel mundial”, explica. El hallazgo al que hace referencia el fotógrafo refiere a las primeras pinturas rupestres conocidas en La Palma, un yacimiento situado en el interior de un tubo volcánico en El Paso, descubierto por azar y en el que no había signos de expolio o contaminación posterior. Las pinturas de Cueva Tiznada, realizadas a base de carbón, han abierto nuevas líneas de investigación para la arqueología de Canarias.

El documental recoge las primeras imágenes de la Cueva Tiznada

“Nunca había hecho una fotografía en condiciones tan difíciles: descender por un barranco, entrar y arrastrarme por una cueva llena de polvo, sin apenas poder moverme, con dificultad para respirar. Si tuviera que elegir una foto, y aunque no fue de las mejores que he hecho, elegiría esa, que es además la única que hay de la Cueva, por el reto que supuso atravesar todas esas condiciones, llegar y no fallar en el tiro”, cuenta el fotógrafo.

Junto a Cueva Tiznada, Huellas también pone el foco en otras imágenes hasta ahora inéditas de la arqueología de Canarias: “En La Palma pudimos grabar un mapa de la Isla hecho por antiguos benahoritas; en Tenerife, las primeras escrituras líbico-bereber descubiertas en Barranco Hondo; en Gran Canaria, las pinturas antropomorfas del barranco de La Aldea. Estamos muy satisfechos con el trabajo porque nos ha dado muchos descubrimientos, muchas primicias que compartir con el público”, explica.

Más de 20 personas expertas en arqueología e historia han participado, a través de entrevistas, en el documental, en un trabajo de fondo que lleva a la pantalla nombres como Antonio Tejera, José Farrujia, Teresa Delgado, Jorge Pais, María Antonia Perera, Julio Cuenca, José Carlos Cabrera, Sixto Sánchez, Beatriz Gallego, Juan Francisco Navarro, Ahmed Sabir, Teresa de las Nieves Ruíz, Marco Moreno, José de León, José Guillán, Renata Springer, Juan Antonio Belmonte, Ignacio Reyes, Carmen Gloria Rodríguez, Nuria Álvarez o María Candelaria Rosario.

Detalle de los podomorfos de Tindaya, en el documental.

Tindaya, joya de luz

“He estado en equinoccios, solsticios, noches con luna llena; he estado tantas veces observando y fotografiando la montaña de Tindaya que casi, podría decir, forma parte de mí. Desde la cima, con el espacio final de los grabados, hasta el entorno, la Cueva de las Brujas, los Llanos de Esquinzo... Toda la zona, en sí, ya forma parte de quien soy”. Así de contundente describe Tarek Ode su relación con la que considera “la estrella” del patrimonio de Fuerteventura.

“Fuerteventura tiene que estar en todo documental sobre arqueología en Canarias”

Asegura que la presencia de la Isla en Huellas no solo era importante, sino imprescindible: “Fuerteventura tiene que estar en todo documental y en todo trabajo serio que se quiera hacer sobre arqueología en Canarias: la fuerza de los mahos, una cultura tan potente, la estrella de la Isla que es Tindaya, lo que representan los podomorfos respecto a la situación del sol... El documental lo recoge, claro; no entendería un documental de estas características obviando Fuerteventura”.

Para Ode, la Isla esconde tesoros, misterios y “la potencia espectacular de un pueblo que dejó un legado hasta la fecha”. Sueña con que Fuerteventura permanezca tal y como la conoce, salvaje y “en estado puro”, y siente que la Isla, en sí, es un enorme yacimiento.

“No se puede puede obviar algo tan grande: las construcciones de las casas de los mahos y su orientación para regular la temperatura según la época del año, sus ritos y creencias, los detalles, las posiciones en círculo, las cuestiones aún inexplicables, las cuevas y enterramientos. Es impresionante llegar hasta la cima de una montaña (donde solo llegan los cernícalos), observar las vistas y comprobar que justo debajo se sitúan esos grandes círculos (supuestamente hechos para preparar los cadáveres). La Isla guarda mucha magia y muchas sorpresas”.

En Huellas, adelanta el cineasta, el Barranco de Cavadero y Tindaya cobran protagonismo, por su importancia en materia de conjuntos rupestres y escritura: “Este recorrido lo acompañan los arqueólogos Nona Perera y José de León, relatando detalles de la escritura líbico-bereber y la escritura líbico-latina; en el caso de la segunda, se trata de una escritura que solo se ha descubierto hasta la fecha en Fuerteventura y en Lanzarote”.

Un momento del rodaje, en la expedición en el Sáhara.

Sin embargo, si le preguntáramos a Tarek Ode por la imagen que ha quedado grabada en su retina después de años de rodaje por desierto, cuevas, barrancos, islas, continente, montañas, el fotógrafo no dudará en señalar, por encima de todos los planos que grabó, al recuerdo de su propio equipo durante una de las expediciones: “Fotografiando los podomorfos en la cresta de Tindaya, a punto de caerme por el viento, y, al mirar, ver a mi equipo, ver a la arqueóloga Nona Perera que me había llevado hasta allí. Ver que esa tarde ya se veía la Vía Láctea y sentir profunda felicidad, gratitud, porque todos los que estábamos allí realmente amábamos el lugar que estábamos pisando”.

Y es que para Ode, que hace ya 10 años dejó la fotografía comercial, que soltó su cámara de fotógrafo de pasarelas, que abandonó las galerías, Nueva York, París y las bienales internacionales, la arqueología reúne alrededor del fuego a quienes se acercan. “Llego, observo, me siento; a veces duermo allí, a veces vuelvo al día siguiente, al año siguiente, en solsticios, en equinoccios, siempre esperando para que el lugar se manifieste. Encontré mucha magia, incluso en el viento, en la naturaleza y en sentir que la tierra sigue viva, que Canarias está viva, que es un privilegio dormir cerca de donde durmieron en el pasado, aun cuando sea a la intemperie, sobre rocas y palos”.

Hoy, aunque no ha abandonado su fotografía artística y aunque aún expone en galerías alrededor del mundo, asegura que la alfombra roja y el suelo de moqueta no admiten sus botas de peregrino de la historia. Por eso, para su futuro, solo desea muchos más caminos, muchas más montañas, muchas más imágenes que le guíen directamente, con la roca como alfombra, hacia la luz del pasado. Ese, y solo ese, es su sendero.

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