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Pole Dance: De baile exótico a deporte de moda

La escuela en Lanzarote de Diana López contribuye a la difusión de esta disciplina deportiva que aspira a ser olímpica

Con una exhibición de las alumnas de la escuela, Diana López abría las puertas de su nuevo local. Fotos: Adriel Perdomo.
María José Lahora 0 COMENTARIOS 15/12/2019 - 08:27

Diana López regenta la primera y única escuela de pole dance de la Isla que, recientemente, ha ampliado sus instalaciones con la apertura de un nuevo local en la capital de Lanzarote, con mayor altura para instalar las barras de cuatro metros necesarias para la competición. “Es un deporte supercompleto”, defiende la deportista, que ha visto desde sus inicios el auge que ha alcanzado esta práctica que aspira a convertirse en deporte olímpico.

A raíz de la difusión de esta disciplina deportiva en algunos programas de televisión, como Got Talent, en el que ella misma participó, se ha hecho más popular entre el público, también por la repercusión en los videoclips de famosas estrellas de la música. 

La profesional comenta que se puede empezar a cualquier edad y sin ningún tipo de condición física inicial. Como en cualquier práctica deportiva la constancia es importante. No hace falta tener habilidades especiales para su ejecución, aunque sí disciplina y entrenamiento si se desea llegar a la competición.

Diana recuerda el paso por la escuela de una alumna de 74 años que practicaba pole dance y que acudía junto a su hija y nieta. Tres generaciones practicando una misma disciplina deportiva.

En la actualidad, cuenta en su escuela con medio centenar de alumnas de distintas edades a las que instruye y anima a participar en exhibiciones y competiciones ya sea de forma amateur o profesional, como es su caso.

También aboga por una mayor participación masculina en esta disciplina donde la fuerza juega un papel importante y es muy parecida a la calistenia, un método de entrenamiento físico en el que se utiliza solo el peso del cuerpo. 

Recuerda sus comienzos en la barra de la casa de una amiga. Al segundo día ya estaba encargando la suya propia por internet. Siguió formándose, con vídeos o viajando para participar en cursos profesionales. “Cuando algo te gusta, le pones todo el empeño”, dice.

Antes de tener su propia escuela desarrollaba su pasión por esta disciplina con espectáculos en hoteles. Desde entonces, no ha dejado de formarse y conocer las nuevas tendencias para traer más y mejores modalidades a la escuela y ganar nuevos adeptos a la causa.

Además de continuar entrenando para participar en los campeonatos internacionales y así superar el cuarto puesto logrado en el último campeonato mundial en la modalidad de artístico por parejas, celebrado en Rusia.

No en vano, a lo largo del año, la escuela de pole dance lanzaroteña participa en tres o cuatro campeonatos, tanto amateur como profesional. Destaca la fidelidad de su alumnado y el hecho de que puedan competir a nivel nacional.

En la escuela se integran niños y adultos, en distintos niveles y grupos reducidos o personalizados, para los que están abiertas las puertas desde las once de la mañana hasta las nueve de la noche.

No hace falta tener habilidades especiales para su ejecución, aunque sí disciplina y entrenamiento si se desea llegar a la competición

Un alumnado que el pasado 23 de noviembre pudo exhibir las nuevas enseñanzas para el deleite del público en la inauguración del nuevo local de Arrecife ubicado en la calle Blas Cabrera Topham 70.

A los padres más reticentes les recuerda que es una disciplina muy parecida a la gimnasia y que enseña a las más pequeñas a ser disciplinadas, a controlar su propio cuerpo, y a tener más flexibilidad y fuerza. “Los niños son esponjas. Aprenden más rápido y tienen más habilidad que los adultos, por lo que se les suele dar mucho mejor”, destaca Diana.

Para desarrollar la faceta más acrobática de esta disciplina, que se practica en barras de hasta cuatro metros de alto o elementos aéreos, señala que “como todo, la experiencia es un grado, y que con el tiempo es más fácil llegar a técnicas más arriesgadas”.

Para ello cuenta con distintos niveles de aprendizaje, desde iniciación a especializado, pasando por intermedio y avanzado. Con el estreno de las nuevas instalaciones, la escuela incorpora nuevas variedades de pole dance, como las aéreas o danza de suelo al objeto de llegar a un mayor número de público. 

Veto en Instagram

La deportista se ha propuesto desterrar el estigma que rodea a esta disciplina deportiva, con gran similitud con la gimnasia. Su paso por el programa Got Talent ha sido su mejor reclamo publicitario, al tiempo que le ha permitido dar una mayor proyección a esta disciplina, que se enfrenta a la censura en las redes sociales después de que Instagram considere como contenido “no apropiado” las imágenes donde se incluyen hashtag relacionados con pole dance, a pesar de ser una exhibición deportiva.

La deportista se ha propuesto desterrar el estigma que rodea al pole dance, con gran similitud con la gimnasia, y que, sin embargo, se enfrenta a la censura en Instagram

“Instagram no diferencia una imagen de una acrobacia de otra con una persona posando para exhibir su cuerpo”, explica.  Diana defiende que visten la misma ropa que atletas, jugadoras de voley playa o gimnastas y, sin embargo, a esas deportistas no les coartan la difusión de su talento en las redes sociales. Hasta el punto de que ya circulan reivindicativos memes para demostrar la injusticia.

También se tienen que enfrentar a una discriminación de género. Curiosamente, Instagram sólo ha censurado las imágenes de perfiles femeninos, mientras que los hombres que practican esta disciplina se han salvado de la quema. Esta traba ha obligado a estas deportistas a agudizar el ingenio para mantener el flujo de información entre sus seguidores.

Así, Diana comenta cómo una de las figuras más relevantes del pole dance ha comprobado que al modificar el género de su perfil de usuario ha podido salvarse de la censura. El colectivo se plantea también modificar la abreviatura de pole dance (pd) a la de pole fitness (pf) para ver si tienen más suerte. “Es muy triste que pasen estas cosas en pleno siglo XXI”, dice.

Diana reconoce que hubo momentos en que esta disciplina “estaba mal vista” porque se relacionaba con los bailes exóticos de las bailarinas de los clubes americanos. Ahora está considerado como deporte en muchos países e incluso aspira a ser deporte olímpico. Diana confía en poder participar en las olimpiadas “si no tardan muchos años en incluirla”, bromea.

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