0 COMENTARIOS 22/08/2022 - 09:22

Tiene razón el vicepresidente del Gobierno de Canarias, Román Rodríguez, en que hay que abrir el debate sobre el crecimiento de la población. Hay que abrir ese y muchos más. Que no sea por debates. Aunque, además de debatir, hay que hacer algo.

Dice Rodríguez que el crecimiento poblacional desmesurado compromete la recuperación social y económica de las islas”, que dificulta la lucha contra el desempleo, tensiona las infraestructuras y los servicios, multiplica los problemas de movilidad, incrementa la demanda eléctrica, la ocupación territorial y el consumo de agua. Y será así.

Rodríguez pone sobre la mesa el informe del Consejo Económico y Social de Canarias que dice que en 2033, Lanzarote tendrá casi 200.000 habitantes y el 38 por ciento serán extranjeros. Europeos, principlamente. Y dice, y en esto vuelve a tener razón, que hablar de población es hablar de modelo económico: “Esta es la única manera de controlar la demografía”.

Y dice más. Tanto los datos actuales como sus proyecciones a corto y a medio plazo “aconsejan medidas urgentes y audaces, no solo diagnósticos y propuestas. Han pasado casi dos décadas desde que el Comité de Expertos que promoví como presidente del Gobierno presentara sus conclusiones sobre este asunto, tan vigentes como inaplicadas”. Efectivamente.

Ya que hace referencia a su presidencia, entre 1999 y 2003, estaría bien recordar que en ese periodo aprobó las Directrices de ordenación del turismo, pero también facilitó que las empresas hoteleras se acogieran al programa europeo 'Competitiveness', destinado a fomentar el empleo en zonas deprimidas, precisamente en el mismo momento en que el Cabildo de Lanzarote había decidido aplicar una Moratoria para no crecer más. Seguro que recuerda que el consejero de turismo en aquel entonces era su hombre de confianza, Juan Carlos Becerra, y el mayor incumplidor, un pupilo de éste Jose Francisco Reyes.

Por aquel entonces el Cabildo de Lanzarote tenía propuestas interesantes. Además de la Moratoria, propuso al Gobierno que desclasificara más suelo urbanizable, impedir la compra de suelo y viviendas a extranjeros y una ecotasa.

Ahora, el Gobierno de Baleares propone medidas similares y por los mismos motivos: una moratoria y limitar las ventas a extranjeros. Pues, bien, entonces el Gobierno de Canarias, que presidía el propio Rodríguez, no hizo nada. Rechazó las medidas. Han pasado veinte años y resulta que, cuando han preguntado al Gobierno del que ahora es vicepresidente, resulta que tampoco toca abordar esas medidas. Pues nada, que sigan debatiendo.

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