0 COMENTARIOS 08/11/2021 - 07:35

Lanzarote es una isla repleta de secretos y misterios. Está el de la Cueva de los Verdes, el de la mano negra detrás de las obras públicas, que impide que se acaben en menos de una década, el de las reuniones del consejo de administración del Aparcamiento Islas canarias, el rebozado del pescado de Ginory y el de quién fue el inventor de los paseos en coche, por no hablar de lo de mojar los bocadillos en el café.

Y luego está lo del agua.

Hay que diferenciar entre los misterios de antes y los misterios de ahora. Los de antes: ¿cómo pudo acabar en concurso de acreedores una empresa con un servicio en monopolio? (en realidad de esto quizá tengamos alguna pista). O, ¿cómo es posible que Canal Gestión, a la que no le interesaba un concurso, apareciera milagrosamente en el procedimiento negociado ofreciendo cuarenta millones más de lo que se le pedía? (y de esto quizá también nos podamos hacer una idea).

De hecho, si hablamos de pistas, en abril de 2013 se hizo una mesa redonda bajo el título: “Lo que nos espera. El futuro del agua tras la privatización de Inalsa”. Allí se dibujó lo que había pasado en otras ciudades y lo que podía pasar: opacidad sobre las inversiones, pérdida de control por parte de las instituciones locales, una importante merma en el servicio, empresas aferradas al servicio público a pesar de dar pérdidas porque su idea es el saqueo desviando los ingresos hacia sus empresas... No sé si les suena.

Y un misterio a caballo entre el pasado y el presente. ¿Cómo es posible que el PSOE, que apoyó la privatización, haya intentado aparentar que estuvo en contra? Va una pequeña pista: la actual presidenta del Cabildo llegó a decir que hubo reuniones a sus espaladas en las que no participó y que la discusión era “si se negoció de espaldas al Consorcio para hacer un traje a la medida de Canal Gestión”. Muy de acuerdo.

También dijo: “Una de mis primeras decisiones como presidenta será iniciar la revisión de la adjudicación a Canal Gestión del ciclo integral del agua, tal y como han ordenado los tribunales y se hará con luz y taquígrafos. Haré públicas, además, todas las actas y documentación que a día de hoy se nos siguen negando por orden de San Ginés”. La pista, aquí, está en la fecha: mayo de 2019, campaña electoral.

Corujo, en su toma de posesión, se comprometió a revisar la adjudicación del agua. 

Y llegamos al gran misterio: qué ha hecho, qué esta haciendo y cuáles son los planes del grupo de gobierno sobre el ciclo integral del agua. Si los tiene, no los sabemos, porque ni los han contado por iniciativa propia ni lo han contestado cuando se les ha preguntado.

Para ser justos, son solo cuatro cosillas. A saber: cuántas veces se ha reunido y qué cuestiones ha tratado la comisión de seguimiento entre el Consorcio y Canal, cuánto ha pagado de canon hasta ahora la desaladora de Club Lanzarote y cuánta agua produce, en qué situación se encuentran el resto de desaladoras privadas y si se va a hacer algo al respecto, qué van a hacer para atajar las pérdidas en red que ya sobrepasan el 56 por ciento del agua que se desala, cuánto dinero habrá que invertir para atajarlas, quién lo tiene que invertir, cuándo y de dónde van a salir los fondos, cómo puede ser que después de invertir 56 millones se siga perdiendo más agua, cuándo va a terminar la revisión o auditoría de esas obras, si se ha solicitado un dictamen al Consejo Consultivo de Canarias sobre el cumplimiento de la sentencia de revisión de oficio de la concesión del ciclo integral del agua, qué sanciones y por qué concepto se han iniciado hacia Canal Gestión, qué está haciendo el Consorcio para evitar las facturas abusivas o cuándo cómo y en qué cantidad se van a subir las tarifas del agua, que llevan un retraso de cuatro años...

En fin. Pequeños misterios del día a día.

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