Andrés Briansó

Las dunas de Corralejo, un juego de cartas marcadas

Se ha armado un buen revuelo con el cierre de la carretera de las dunas de Corralejo. Algo totalmente comprensible. A todos nos encanta atravesar ese paisaje inigualable de contrastes naturales sorprendentes y ya no lo podremos hacer.

Desde Podemos en el Cabildo siempre hemos defendido la prioridad de conservar el paisaje dunar, así como su frágil ecosistema de flora y fauna endémica. Todo ello sin dejar de considerarlo un lugar indescriptible para el disfrute de turistas y residentes.

Es cierto que la carretera no es la única amenaza al Parque Natural. La entrada del flujo de arena se ve interrumpido por las urbanizaciones y hoteles que se han construido en la entrada del pueblo, algo a lo que también contribuirá el macroproyecto del nuevo puerto. Alarma la tremenda disminución de arena de las dunas en las últimas décadas, hecho refutado por estudios del Instituto Oceanográfico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria o de Greenpeace quienes catalogan a las Dunas de Corralejo como uno de los 14 espacios protegidos canarios más amenazados.

Cuando se propuso crear el tramo de autovía La Caldereta-Corralejo, la condición fue que tras su apertura se produjese el cierre del tramo que atraviesa el Parque Natural. Existe además un plan específico para gestionar precisamente el uso y conservación del área natural (PRUG 2006). Esta norma, que ahora pretenden burlar interesadamente, establece unas condiciones para asegurar el equilibrio entre la protección medioambiental y el disfrute del parque por la población. Entre los requisitos se propone crear áreas de servicio al norte y sur, puestos de la Cruz Roja, puntos de reciclaje y aparcamientos, incluyendo la posibilidad de habilitar guaguas para ir a las playas (siendo la propuesta de Podemos que sean gratuitas para residentes). Este PRUG prevé también el establecimiento de distintas zonas según su fragilidad o especial necesidad de protección, en esos casos su uso será diferente, habrá zonas para bicicleta, senderismo y otras más limitadas en época de cría de las hubaras, por ejemplo.

Este cierre temporal perpetrado por el Gobierno de Coalición Canaria es una doble trampa. Primero, porque responde a las necesidades particulares de una superproducción de Hollywood. Y segundo, porque fue la propia consejera de Carreteras la que dijo que el cierre era malo y que harían un estudio para demostrarlo. Es decir, un estudio viciado dirigido a confirmar unas conclusiones previas.

El cierre se hace en agosto causando el mayor de los perjuicios a turistas y residentes. No han puesto en marcha las condiciones anteriormente mencionadas del PRUG y se han saltado el compromiso repetidamente suscrito con los vecinos y vecinas de Parque Holandés y La Caleta, que siguen sin contar con un acceso directo a la autovía.

Este experimento será un desastre. Y es precisamente lo que pretenden. No va a responder con datos certeros a una experiencia real de lo que supondría el cierre definitivo porque faltan elementos muy importantes. Sacar una conclusión de este cierre simulado sería un error para justificar una decisión basada en intereses muy lejanos a la protección del paisaje majorero.

Entendemos que la modificación de los informes medioambientales han de responder únicamente a modificaciones basadas en criterios medioambientales y no pueden responder a criterios de oportunidad, economía o a presiones de cadenas hoteleras y grandes empresarios.

Defendemos que la forma de solucionar esta situación ha de pasar por un consenso con el pueblo, pero para ello es necesario exponer toda la información y las alternativas previstas en la normativa vigente. Lo que está haciendo el grupo de Gobierno es jugar una partida con las cartas marcadas.

El enfrentamiento horizontal es lo que hace fuertes a los gobiernos de CC. Y mientras nos peleamos todos por algo en lo que estamos de acuerdo, la pervivencia de las Dunas, se desvía la atención de lo fundamental. Las formas son tan importantes como el fondo y eso en política se sabe bien y se utiliza. Como ejemplo tenemos este cierre simulado de la carretera de las dunas y la amenaza del asfaltado de las playas de El Cotillo.

Búsqueda de equilibrio, protección medioambiental y transparencia en las alternativas contempladas en la normativa, facilitaría que el debate público se produjese de forma más objetiva desembocando en una solución ideal en beneficio del objetivo común: la perviviencia del irrepetible paisaje de las dunas de Corralejo.

* Portavoz de Podemos en el Cabildo de Fuerteventura

Comentarios

Vende motos. Apostaste por el cierre y ahora cambias vista la presión social: como la marea “ fuera “. No pueden cerrar una carretera sin alternativas ( transporte público, por ejemplo). Lo que enerva es comprobar que para el cine se regala todo y hasta se construye .......,., basta ya de engañar a la gente.
La ignorancia generalizada permite que haya políticos sin escrúpulos que sigan votados por la gente y tomen sus decisiones muy lejos de proteger los intereses generales. El corte de la carretera es un ejemplo de ello; y la poca capacidad de análisis de la mayoría de la población impide que se tomen medidas contra semejantes representantes públicos...
Desde muchos puntos de vista, creo que el tráfico de paso es el más pernicioso para las dunas y sus visitantes, porque suele ser gente que tiene prisa, con lo que al impacto ecológico se suma el riesgo en que ponen a las personas, sobre todos las más pequeñas, justo en el momento de bajar del coche o autobús. Como quiera que ahora la comunicación con el sur de la isla está bien resuelta, ese tráfico de paso se podría prohibir sin que ello tuviera graves consecuencias. Para ello bastaría con cortar la carretera en el Barranco de la Salina, de tal forma que las playas fueran plenamente accesibles desde Corralejo y, además, los visitantes provenientes del sur, que lo deseen, podrán dejar sus vehículos antes del corte e ir caminando para disfrutar de las playas próximas. A esto, desde luego, habría que añadir facilidades para la circulación en bicicleta y autobuses de paso frecuente, con remolque, para que los surfistas pudieran llevar sus tablas con comodidad. Ya de paso, se me ocurre que no estaría de más habilitar una cala, de tamaño y condiciones razonables, para que se pudieran llevar perros, porque las zonas que se han habilitado hasta el momento dejan mucho que desear, para que dueños y canes disfruten de un día de playa.
Efectivamente coincido en que la demagogia sobra, de ahí que me decido a contestar a la persona que alude a ella. En relación a "al cine se le regala todo" quisiera sugerir que se informara correctamente. No, no se le "regala", se les cobra.. ya que cada vez que se solicita un permiso de rodaje en una localización pública o privada, se paga por ello. Este dinero, en el caso de lo público, ingresa en las arcas públicas otorgándonos fondos para mejoras como las que usted mismo reclama. Por otra parte, la industria cinematográfica genera beneficios a la población tanto por la contratación de personal así como la activación de la economía: plazas hoteleras a los trabajadores, alquileres de vehículos, en la hostelería, proveedores, alquiler de maquinarias, compras, etc.
La Tierra es Plana

Añadir nuevo comentario