REPORTAJE

Las Kellys majoreras saltan al terrero de lucha

Protesta de las Kellys de Fuerteventura. Foto: Kellys (Facebook).
Eloy Vera 1 COMENTARIOS 14/10/2016 - 08:21

Amparo Pacheco llegó en 1998 a Fuerteventura en busca del sueño dorado. Su nombre, como el de miles de paisanos gallegos, no tardó en incorporarse a la nómina del turismo. Eran años en los que la prosperidad iba ligada al sector, escaseaban las viviendas, los hoteles incrementaban plantillas y las camareras de piso no tenían necesidad de movilizarse.

Con la crisis todo cambió y Amparo terminó un día buscando la palabra kellys en Google. Junto a seis compañeras decidió aparcar por unos minutos los carros de sábanas para comenzar la rebelión “de las que limpian los hoteles majoreros”.

Esta gallega recuerda cómo hasta hace unos años su gremio disfrutaba en la Isla de unas buenas condiciones laborales. Las camareras de piso no tenían miedo a perder su trabajo. Al contrario, se movían de un hotel a otro en busca de mejores ofertas y el buen rollo entre compañeras se extendía a unos jefes dispuestos a dialogar.

Con la crisis el buen rollo terminó desapareciendo. El número de habitaciones y los contratos temporales se incrementaron y también el miedo a perder el trabajo tras convertirse muchas de ellas en cabeza de familia después de que sus maridos terminaran en la cola del paro por culpa del ladrillo.

Amparo señala cómo algunas pasaron de 19 a 23, incluso más, habitaciones diarias, se incrementaron el número de salidas, los hoteles comenzaron a reducir plantilla y empezaron a aumentar los diagnósticos por depresiones entre algunas de ellas. “En el caso de mi hotel, en el sur de la Isla, antes de la crisis éramos 270 trabajadores fijos y hoy son unos 120”, explica.

El colectivo de camareras de piso está formado por unas 70 mujeres, aunque a través de las redes sociales más de 600 siguen sus reivindicaciones

Mientras Amparo hacía habitaciones en un hotel majorero, el investigador Ernest Cañada publicaba el libro “Las que limpian los hoteles”, donde describía la realidad de las casi 100.000 camareras de piso que hay en España, y en Lloret de Mar (Girona), Laly y María Ángeles creaban un grupo de Facebook: ‘las Kellys’, en el que intercambiaban opiniones, quejas, ofertas de trabajo y experiencias.

El grupo no tardaría en extenderse por otras regiones. En Fuerteventura habría que esperar hasta este 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, para que el movimiento de las Kellys tomara forma. Ese día Amparo acudió al homenaje que el colectivo al que pertenece, Señoras Feministas en Fuerteventura, daba a las camareras de piso. Allí, decidieron crear un grupo de Facebook y comenzar a visibilizar su problema.

Hoy las Kellys de Fuerteventura lo forman unas 70 mujeres aunque a través de Facebook más de 600 siguen su lucha. Sus reivindicaciones son las mismas que las de las 15.000 camareras de piso de toda Canarias aunque, según comenta Amparo, las Kellys majoreras exigen sobre todo que “no se toque el artículo 1 del convenio de hostelería provincial y que todas las empresas que prestan servicios en los hoteles se acojan a los derechos como dos días libres continuos y a nuestras tablas salariales”.

“En el caso de mi hotel, en el sur de la Isla, antes de la crisis éramos 270 trabajadores fijos y hoy son unos 120”, asegura Amparo

Esta mujer alerta que de no respetarse esta medida “acabará pasando como en la Península, donde se ha externalizado el servicio de limpieza en los hoteles y contratan a empresas externas por 600 euros de salario”. Además, piden que los hoteles cumplan el artículo 35 del convenio provincial, donde se exigen las evaluaciones ergonómicas y psicosociales, “para saber el trabajo justo que tendríamos que llevar a cabo las camareras de piso”.

Si estas evaluaciones se realizaran, Amparo cree que “se sabría lo que se tarda en hacer una habitación, las cargas, los movimientos repetitivos y el mobiliario que hay que desplazar y con esos estudios se sabrían las habitaciones que tiene que hacer cada una”.

En sus reivindicaciones también hay hueco para otras demandas, como la jubilación anticipada a los 55 años, que se reconozcan las lesiones músculo-esqueléticas como enfermedades profesionales, ya que de momento solo se recoge la del túnel carpiano, o que aumenten las inspecciones de trabajo en la Isla.

La patronal

La patronal turística y las kellys majoreras aún no se han visto las caras. El presidente de la Asociación de Empresarios Turísticos de Fuerteventura (Asofuer), Antonio Hormiga, asegura estar dispuesto a sentarse con ellas y conocer sus reivindicaciones, aunque insiste en que el convenio de camareras de piso de Las Palmas es “uno de los mejores de España” y anuncia una subida salarial en el próximo convenio de casi un 6 por ciento, un 1,7 anual, durante cuatro o cinco años.

A su juicio, el problema se encuentra en aquellas personas que están fuera del convenio, las que pertenecen a las Empresas de Trabajo Temporal (ETT), y recuerda que los trabajadores de un hotel, entre ellos las camareras de piso, “deben estar regulados por el convenio que regula el empleo del sector en Canarias”.

Hormiga no niega que haya algún caso de abuso por la mala praxis de algún empresario, pero sería algo concreto y no generalizado en la Isla. “No nos consta que los enlaces sindicales nos trasladen ese malestar”, insiste. Si se diera el caso de algún abuso, el empresario anima a las trabajadoras a denunciarlo a través de los sindicatos.

La patronal, con la conciencia tranquila

El presidente de Asofuer, Antonio Hormiga, asegura que la patronal tiene “la conciencia muy tranquila” y defiende que a las camareras de piso de la Isla se les paga “bien” y que tienen muchos derechos sociales “que ya quisieran trabajadores equivalentes como los de las cafeterías”. “No tenemos conciencia de que reivindiquen abusos y salarios excepto las que están fuera del convenio”, recalca.

Comentarios

Hola buenas tardes kisiera contatar con las kellys

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