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Fuerteventura afronta su planificación hidrológica con 11.000 personas sin saneamiento

El Consorcio no recupera uno de cada cuatro euros de los que se invierten para dar el servicio, los vecinos soportan frecuentes cortes de agua y el Gobierno no prevé obras por falta de proyectos

Saúl García 0 COMENTARIOS 12/11/2019 - 07:52

“Ante la dependencia exterior, el impacto ambiental y el manifiesto margen de mejora existente a lo largo de las distintas etapas involucradas en la utilización del agua en la mayoría de sus usos, se pone de relieve que la eficiencia en el aprovechamiento debe ser una obligación y es un elemento insoslayable para alcanzar el equilibrio hidráulico o el autoabastecimiento hidráulico, o al menos la situación más cercana al mismo”, se dice en el esquema del Estudio de temas importantes de la Demarcación Hidrográfica de Fuerteventura.

El documento deja claro que hay que ponerse manos a la obra para mejorar todo el ciclo integral del agua, desde la producción hasta la distribución, pero sobre todo los costes, tanto económicos como ambientales.

En un estudio comparativo que realizó el Consorcio insular de aguas de Lanzarote se revelaba que el coste del agua que ofrece ese consorcio es menor en todos los tramos (entre cinco y cuarenta metros cúbicos) que el del Consorcio de Fuerteventura y que el agua es “especialmente cara en aquellos municipios donde los ayuntamientos turísticos han dispersado las concesiones y no se gestiona el agua bajo el consorcio insular”.

Los municipios turísticos, como Pájara y La Oliva, escindieron en su día la parte más rentable del abasto, que son los hoteles. Los hogares en Fuerteventura consumen 236 litros por habitante y día. Cada plaza turística ocupada ejerce una presión de 361 litros, pero el consumo es mucho mayor en el sector turístico porque se calcula un gasto de 1.088 litros al día por cada uno de los empleados en esta actividad.

Un problema relacionado íntimamente con los costes es el de las pérdidas en almacenamiento y las redes de distribución derivadas del mal estado de los depósitos y las propias redes. Las actuaciones previstas no mejoran mucho este panorama, ya que se prevé reducir en un horizonte de ocho años las pérdidas en sólo un 15 por ciento.

Se sabe que el estado de las redes es malo por los datos, pero no se sabe su situación real, ya que ningún ayuntamiento contestó en 2016 a la encuesta sobre infraestructuras y equipamientos locales, realizada por el Ministerio de Política Territorial y Función Pública.

En cualquier caso, en 2016 el agua que no se facturó en Fuerteventura superó los 4,7 millones de metros cúbicos, con un 46,7 por ciento de pérdidas. Esto tiene una traducción económica de 4,6 millones de euros para las arcas del Consorcio, que en un informe interno reconocía un “considerable aumento de las pérdidas” en los últimos ejercicios, acentuadas desde el año 2015 (hasta un diez por ciento en cuatro años).

La Viceconsejería de Planificación Territorial y Transición Ecológica inició el pasado 30 de septiembre el periodo de consulta del tercer ciclo del Plan Hidrológico y del Plan de Gestión de Riesgos de Inundación. El Plan Hidrológico deberá ser revisado antes de final de 2021 y debe dar lugar a un nuevo Plan con vigencia hasta 2027. Ya hay un primer documento, que es el que va a servir para que se sumen las aportaciones de los distintos colectivos sociales.

Esa actualización se hará en dos etapas: la del documento conocido como esquema de temas importantes, cuyo borrador ya está puesto a disposición pública, y una segunda etapa, consistente en la actualización y revisión del Plan Hidrológico.

Según el documento, ya se incluyeron medidas destinadas a mejorar la aplicación del principio de recuperación de costes y, por tanto, la política de tarificación, “con el objetivo de alcanzar un uso más eficiente de los recursos hídricos y mejorar el servicio de recogida y depuración en redes públicas en los municipios deficitarios”.

Se proponía una tarificación progresiva en bloques más eficiente que la establecida hasta ahora para fomentar un uso más sostenible, reduciendo la demanda. El coste medio en euros por metro cúbico es de 0,36 para el agua urbana, 0,26 para la agraria y 0,16 para la industrial. El 42 por ciento del agua va a abastecimiento urbano, el 3 a la agricultura y ganadería y el 34 al turismo.

El agua urbana tiene un coste anual de 12,3 millones al año (de los veinte millones totales) y se recupera el 77 por ciento de esa inversión. Este tipo de agua supone el 61 por ciento del coste total pero tiene un aprovechamiento de solo el 43 por ciento. La recuperación de costes en el agua turística es del 79 por ciento, ya que cuesta siete millones y se ingresan 5,5.

Muchos precios

Lo que caracteriza el servicio de agua en la Isla es la descentralización o dispersión que, según los datos, perjudica a los usuarios. El CAAF se fundó en 1981, con La Oliva, Tuineje y Puerto del Rosario, mientras que los otros tres ayuntamientos se sumaron más tarde. Hay 65 zonas de abastecimiento de agua y a la mayoría, 59, las abastece el Consorcio, que tiene 42.431 abonados y presta el servicio de abastecimiento de agua urbano al 79 por ciento de la población de Fuerteventura.

Prácticamente no existe una oferta pública de agua en la zona sur de la Isla, que concentra gran parte de la actividad turística, de forma que casi cada hotel, urbanización turística o servicio indirecto de abastecimiento cuenta con su propia desaladora

En el ámbito público, los ayuntamientos de Antigua y La Oliva prestan el servicio a seis núcleos a través de la Empresa Mixta de Aguas de Antigua (EMAASL) y la empresa de Suministros de Agua La Oliva S.A (SALOSA). Para los seis municipios de Fuerteventura se identifican, no obstante, 25 agentes que prestan el servicio de abastecimiento urbano o de autoabastecimiento para el uso turístico, la mayoría de ellas empresas hoteleras con desaladoras propias.

En Antigua y en La Oliva, además del Consorcio y las empresas mixtas, operan otras cuatro desaladoras más, mientras que en Pájara son diez, en Tuineje tres, en la capital solo la del aeropuerto y en Betancuria ninguna. El precio promedio que se paga en España por los servicios de abastecimiento y saneamiento se sitúa en torno a 1,97 euros por metro cúbico. En Canarias el coste es de 2,13.

Lo que ocurre en Fuerteventura es que hay mucha diferencia en las tarifas, incluso entre vecinos del mismo municipio, en función de quién suministra el agua. La horquilla del precio es muy amplia: entre 0,99 y 3,20 euros. El agua que aporta el Consorcio de aguas de Fuerteventura (CAAF) tiene un precio para el consumo doméstico de entre 1,12 y 2,44 y el turístico está en 2,3.

En La Oliva, la empresa SALOSA ofrece un precio doméstico mucho más caro, de 2,35, y uno turístico muy similar, de 2,61, lo que pone de manifiesto que los vecinos no solo no se benefician, en cuanto al precio que pagan por el agua en la industria turística, sino que asumen parte de sus costes.

El precio de Aguas de Antigua se sitúa entre 0,99 y 2,8, pero el agua turística es más barata que la doméstica de La Oliva, entre 1,20 y 2,36. En Pájara, el agua doméstica que oferta Canaragua está entre 1,71 y 3,20 y la turística es la más cara, con 3,04 euros por metro cúbico.

Según este documento de temas importantes, un “aspecto relevante” es que prácticamente no existe una oferta pública de agua en la zona sur de la Isla, que concentra gran parte de la actividad turística, “de forma que casi cada hotel, urbanización turística o servicio indirecto de abastecimiento cuenta con su propia desaladora, generando multitud de puntos de captación y vertido”.

Estas desaladoras acuden al mercado de agua “en alta”, al que se destinan 56 de los 77 hectómetros cúbicos de agua anuales. El rendimiento de este mercado “ha sido una de las fuerzas inductoras del mal estado de algunas masas de agua”.

“El desarrollo turístico tiene especial significación, debido a las elevadas dotaciones por plaza ocupada que se observa en este servicio”. Además, “se nutre en gran parte a través de instalaciones propias, es decir en régimen de autoservicio, sin mayor control por parte de la administración hidráulica de los volúmenes generados, tanto de agua potable como de rechazo”.

Medidas a llevar a cabo

La alternativa que se propone en el nuevo Plan Hidrológico a para mejorar la eficiencia en el servicio pasa por abordar cuatro problemas de forma inmediata: la restauración o creación de sistemas tradicionales, el suministro de equipos de bombeo, cuadros eléctricos y membranas de abastecimiento insular; la reparación e impermeabilización de diferentes depósitos y, finalmente, un proyecto de sustitución de diversas redes urbanas de distribución, como para el casco urbano de Gran Tarajal. Las dos primeras están en marcha y las dos siguientes no se han iniciado.

Ante la dependencia exterior, el impacto ambiental y el manifiesto margen de mejora en las distintas etapas involucradas en el uso del agua, es evidente que la eficiencia del aprovechamiento debe ser una obligación

También se considera importante llevar a cabo otras medidas, como el establecimiento de puntos de vertido único o reducido al mínimo indispensable, la mejora de las redes de transporte y la disminución del volumen de pérdidas para disminuir la demanda, el incremento de la oferta pública de agua en la zona sur de la Isla, abrir un mecanismo de información sobre los valores reales de las extracciones de agua subterránea y superficial costera, incrementar la capacidad de regeneración y crear nuevas redes de distribución de agua regenerada, entre otras.

En una de las últimas sesiones de la Comisión de Política Territorial en el Parlamento, el diputado Mario Cabrera (CC) advirtió de que existe un convenio de obras hasta 2029 con setenta obras hidráulicas en Canarias, pero que no se ha firmado porque el Gobierno está en funciones y, según Cabrera, “el retraso en la firma hace que se demore la ejecución”. La obra más próxima sería el saneamiento de Corralejo y el de Gran Tarajal.

El consejero del área, José Antonio Valbuena, aseguró que están adjudicadas las obras de saneamiento y depuración de Casillas del Ángel y Tetir y que solo hay tres proyectos hechos de las once actuaciones que corresponden a Fuerteventura. Señaló que, si no están redactados los proyectos, no se pueden empezar las obras e instó a habilitar partidas para su redacción. “Estos trámites llevan un tiempo considerable”, afirmó.

Además, el consejero reveló que hay tres obras que responden a tres expedientes sancionadores de la Unión Europea y de esas, que deberían ser urgentes, aún faltan dos proyectos, mientras que una está adjudicada. Señaló que habrá que negociar con el Estado cómo se van a sufragar pero que “hay que hacerlas” y que “es imposible que estén ejecutadas en cuatro años” porque son obras complejas. “Vamos a tener un problema”, concluyó.

Entre los proyectos se encontrarían módulos de desalación, un aerogenerador, nuevos depósitos de almacenamiento por más de seis millones y nuevas redes de distribución y sustitución de tuberías con un coste de casi cuatro.

Objetivos medioambientales

Cuando finalice el proceso de participación pública del Plan Hidrológico, el Consejo Insular de Aguas de Fuerteventura realizará un informe sobre las propuestas, observaciones y sugerencias que se hubiesen presentado e incorporará las que se consideren adecuadas, redactando la propuesta final.

Los planes hidrológicos tienen objetivos medioambientales y socioeconómicos. Según señala el documento, “el equilibrio entre ambos tipos de objetivos no es una tarea sencilla, especialmente cuando alcanzar los objetivos socioeconómicos compromete el logro de los ambientales”.

En este último caso, en el que el uso de agua pone en riesgo alcanzar el buen estado de las masas de agua, “resulta esencial que el plan hidrológico justifique apropiadamente los beneficios derivados de los usos socioeconómicos y que dicho beneficio se articule, en el caso de que sea necesario, con la justificación para el uso de exenciones al logro de los objetivos ambientales”, destaca el texto. Entre ellos, está reducir la contaminación, reducir la presión por extracción de agua y tomar medidas relacionadas con la mejora de la gobernanza y con el incremento de los recursos disponibles.

Los vertidos urbanos al mar identificados como fuentes puntuales de contaminación significativa sobre las masas de agua costeras son cuatro, los que provienen de las estaciones depuradoras de Morro Jable, Corralejo, Puerto del Rosario y Gran Tarajal. Solo hay un vertido industrial significativo en toda la Isla, que es el de la central térmica, donde también se identifica un vertido de refrigeración.

En total, hay cuatro vertidos urbanos, 12 de salmuera y uno industrial: 17 puntos de presión. La Demarcación Hidrográfica de Fuerteventura registra un total 32 extracciones en las masas de agua superficial costera, de las que todas menos una son desaladoras.

Las depuradoras que mayor presión ejercen sobre las aguas subterráneas son las de Esquinzo y Las Gaviotas De las cuatro masas de agua que hay, la que se encuentra en peor estado es la de Gran Tarajal, aunque todas están clasificadas como en riesgo químico por salinidad y asociadas a los procesos de contaminación por nitratos.

En cuanto al saneamiento, es uno de los puntos más débiles de la Isla. Según los datos de la encuesta de infraestructura y equipamientos locales de 2015, que recoge la información acerca de las viviendas que están conectadas a la red de saneamiento o que tienen un déficit de saneamiento, tres de cada cuatro viviendas de la Isla tienen carencias de saneamiento.

La mitad de ellas se encuentran en La Oliva, donde hay más de 5.300 personas con estas deficiencias, seguida de Puerto del Rosario, con 1.900 vecinos. El resto de los municipios no llega a los mil habitantes afectados. Son, en total, 3.911 viviendas con este tipo de carencia que afecta a más de 11.000 vecinos.

El texto destaca que “el desarrollo de los sistemas de saneamiento es escaso y que se debe promover la mancomunación de servicios para atender a la población dispersa”.

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