TRIBUNALES

Demanda contra un hotel de Fuerteventura y su director tras “amedrentar” a las kellys

El comité de empresa considera que se vulneran sus derechos fundamentales porque el director “intentó amedrentar a las trabajadoras para que estas no ejercieran sus derechos, que callaran y no se quejaran”

Protesta ante el hotel el pasado mes de julio.
Saúl García 0 COMENTARIOS 09/10/2019 - 07:03

Los miembros de Intersindical Canaria que pertenecen al comité de empresa del Hotel Barceló Jandía Playa han presentado en el Juzgado de lo Social una demanda por tutela de derechos fundamentales contra la empresa que gestiona el establecimiento y contra su director, Luis Ramos.

La demanda se refiere a una reunión que mantuvo el director con el departamento de camareras de piso el pasado 10 de julio.  En el texto de la demanda relatan que el director reunió a las kellys y les comentó en primer lugar que la valoración de los clientes de la limpieza era buena pero que el hotel tenía unas pérdidas de 300.000 euros que la propiedad pretendía recuperar en verano.

Les dijo frases como: “En este país está muy mal visto que alguien se niegue a cumplir las instrucciones de sus jefes. Aquí venimos a trabajar y a nadie se le pone una pistola en la cabeza (…). Si no les gustan las formas, no vengan, váyanse a otro hotel (...). Quienes se dan de baja son los mediocres”.

Les señaló, a una plantilla en su mayor parte extranjera, que no hay ningún país donde cobren 1.200 euros, tengan dos días libres a la semana, un mes de vacaciones “y sanidad pública y gratuita”, que la carga de trabajo “es la que hay” y que “quien no esté de acuerdo, ya sabe”. “Hay que cumplir unos estándares de limpieza. Si no quieren hacer las cosas como se les dice, pues no vengan, que hay mucha gente, sean honestos”.

Las trabajadoras consideran que se vulneran sus derechos fundamentales, piden el cese de esa conducta y una indemnización de 6.251 euros. En la demanda, las denunciantes consideran que con esa reunión el director “intentó amedrentar a las trabajadoras para que estas no ejercieran sus derechos, que callaran y no se quejaran” y las amenazó con la posibilidad de trabajar a través de una empresa de trabajo temporal.

“Curiosamente el director -señala el texto de la demanda-, por departamentos enteros sólo se ha reunido con las camareras de piso, todas mujeres, existiendo de esta forma una discriminación de género, incluso en el mismo departamento, existiendo personas del sexo masculino, estos no fueron convocados a la reunión”.

Por este motivo, las trabajadoras consideran que “la actitud mantenida por la dirección del establecimiento y como brazo ejecutor de la propiedad, de la empresa, viene determinada a restringir, menoscabar, impedir el ejercicio de los derechos laborales de las trabajadoras que trabajan como camareras de pisos en el hotel”.

“No pueden entenderse de otra forma las manifestaciones hechas por el director” y se refieren a que llamó a las trabajadoras “personas sin formación, privilegiadas o mediocres” si no asumían las pretensiones de la dirección.

Consideran que esas palabras tienen una clara finalidad difamatoria y denigrante “pues tales conductas en pleno siglo XXI, en una democracia, bajo un sistema constitucional y en libertad no pueden ser admitidas; al contrario, han de ser repudiadas, anuladas y castigadas”. “Y no solo es la pretensión de conseguir unos fines espurios sino, además, la forma, pues se trata a las mujeres y solo a las mujeres como personas inferiores, sin derechos y sin opciones a ejercitarlos”, añaden: “Es lo que hay, si no están conformes pidan la baja voluntaria”, repiten, resumiendo las palabras del director.

La asociación Las Kellys celebró en julio una concentración de protesta por esas palabras en la puerta del hotel y publicó una grabación que recoje la charla mantenida ese día. Fuentes sindicales del hotel señalan que el director también advirtió en esa reunión con contratar personal de empresas de trabajo temporal y que despidió a la gobernanta con un despido disciplinario por defender a las trabajadoras.

En conversación con Diario de Fuerteventura en el mes de julio, el director del hotel, Luis Ramos, señaló que esas decisiones son decisiones empresariales internas fundamentadas, y respecto a la grabación, que no recuerda cuándo se produjo porque no se suele reunir con departamentos tan grandes y que probablemente esté tergiversada.

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