Cada vez que Salvamento Marítimo sale a socorrer a una patera en apuros cerca del Sahara, en los responsables de la operación surge la duda de cómo reaccionará Marruecos, si enviará sus medios de rescate y si aceptará o no la ayuda de un barco español, pero las instrucciones a sus tripulantes estos días son claras: garantizar el rescate, lo haga quien lo haga.

En ocasiones, el Centro de Coordinación de Salvamento Rabat informa a las primeras de cambio que asume la emergencia y moviliza una patrullera; en otras, avisa de que se hace cargo en el último momento; por ejemplo, cuando una Guardamar española lleva ya recorridos 320 kilómetros desde de Arguineguín (unas diez horas de navegación), como ocurrió el 1 de junio con una neumática la deriva al norte de Dajla, a 65 kilómetros de la costa del Sahara.

Este domingo, ha vuelto a ocurrir con una neumática que pedía ayuda desde una posición cercana a Cabo Bojador, a 152 kilómetros de Gran Canaria y 46 de la costa del continente, en un punto del Atlántico donde se solapan las áreas de responsabilidad SAR (siglas internacionales de Búsqueda y Rescate) asignadas a los dos países.

Pero esta vez, la Guardamar Talía partió de Gran Canaria con instrucciones tajantes: "Sigue hasta estar seguros de que Marruecos tiene a todo el mundo a bordo", le dijo por radio poco después de las 11.00 el Centro de Coordinación de Salvamento de Las Palmas al patrón de embarcación española de rescate, una orden que repitió incluso cuando Marruecos anunciaba que tenía allí una patrullera.

El rescate terminó así: la neumática volcó y la patrullera de la Marina Real solo pidió ayuda a la Guardamar tras informar de que había completado el rescate. Su encargo fue que recogiera a dos personas que habían quedado en el agua: una mujer sobrevivió, y ya está en Gran Canaria, y un hombre se hundió en el océano.

Salvamento ha explicado a Efe que Marruecos ya le ha comunicado que rescató a 57 personas sobre las 15.37 horas: 34 varones, 14 mujeres y nueve menores, pero cuando la Talía emprendió el regreso a Arguineguín ni siquiera sabía cuántos habían sobrevivido.

La Policía ha tomado declaración este lunes en Gran Canaria a la mujer a la que rescató la Talía. Su testimonio es confuso sobre las cifras de ocupantes de la neumática, pero aclara lo que pasó: sus compañeros se pusieron nerviosos al ver a la patrullera, la lancha volcó y cayeron al agua, han informado a Efe fuentes policiales.

Rescate tortuoso

El rescate fue especialmente tortuoso casi desde el comienzo, porque no había comunicación directa entre la patrullera de la Marina (un buque militar) y el barco español de Salvamento (civil), como atestiguan las grabaciones de las conversaciones por radio que se produjeron entre el Centro de Coordinación de Las Palmas, la Talía y un pesquero marroquí en la zona, el Costa Blanca, que hizo de traductor y de correo de peticiones entre los dos países.

¿Qué pintaba un pesquero en la operación? Se deduce de las conversaciones de radio: en la patrullera marroquí nadie hablaba inglés ni español, en la Talía no entendían francés ni árabe, pero el Costa Blanca ofrecía dos elementos clave: un teléfono por satélite que garantizaba las comunicaciones cuando la radio fallaba y, sobre todo, tripulantes que hablaban francés y español.

Salvamento decidió que la Talía volviese a Canarias nada más saber que había allí una patrullera, pero corrigió en cuestión de minutos. Por la radio se oyó esto: "Vale Talía, date la vuelta y regresa (hacia la neumática) y métele mano tú al tema".

Y de inmediato, se completó la instrucción así: "Si la patrullera marroquí te pide que colabores, pues que te diga lo que quiere y lo haces. Pero, en principio, ellos son los que van a asumir la coordinación y, de hecho, están intentando embarcarlos".

El patrón de la Talía debía de albergar alguna duda, porque pidió aclaraciones. La respuesta fue no dejar el lugar sin asegurarse de que los inmigrantes estaban a salvo: "Pueden pasar dos cosas: que te digan que no hagas nada, entonces te mantienes hasta que los tengan a todos a bordo, o que te digan que colabores con el rescate".

En paralelo, desde Canarias se pedía al pesquero que transmitiera al buque militar marroquí que tuviera claro que coordinaban ellos, que la Talía estaba a su disposición para hacer lo que pidieran.

Ofrecimiento de ayuda

Pasadas las 15.00 horas, en Las Palmas sospechaban que algo había pasado: "Mira Talía, al parecer la tardanza ha sido porque había caído un hombre al agua, no sé, no lo terminábamos de tener muy claro. En todo caso (...) cualquier información que te diga el Costa Blanca interprétala como venida del buque francés (sic, marroquí)".

La Talía volvió a ofrecerse a ayudar: pidió que preguntaran a la patrullera si quería que se acercara o prefería que se mantuviese a distancia, no fuera "a causar un problema mayor si los de la patera quieren ir a la Guardamar", le transmitieron por radio al pesquero.

"Te indican que se acerquen a zona y que permanezcan próximos a la patera. ¿Es correcto? Pues nada. Es lo que han dicho. Afirmativo, procedemos a lo que ellos han dicho, a colaborar si fuese necesario, nos aproximamos", resolvieron desde el Centro de Las Palmas.

Cuando el barco español se acercó, la petición que recibió fue que se hiciera cargo de una persona caída al agua y, una vez recogió a esta, una mujer, indicaron que había otra persona más con un aro salvavidas, han señalado a Efe fuentes de Salvamento Marítimo. Era un hombre, los marineros de la Talía no pudieron hacer nada por él.