-¿Cómo ha afectado al Ayuntamiento de Teguise la crisis del coronavirus?

-De forma negativa, como a todas las administraciones. Hemos tenido que reestructurar el presupuesto para atender los pilares fundamentales, que son los servicios sociales y el empleo, y minimizar el gasto. Ahora tengo que decirle a la ciudadanía: ‘Lo que prometí a ver si lo puedo cumplir’, porque lo prioritario, en estos momentos, es generar puestos de trabajo y economía.

-Sin embargo, el margen de maniobra para reactivar la economía y generar empleo es escaso en un ayuntamiento...

-No tenemos competencias para trabajar en políticas de empleo, pero sí podemos conveniar con quienes tienen esa facultad. Es la primera vez en la historia de Teguise que el ayuntamiento, sin tener competencia, invierte medio millón de euros en un plan de empleo que se presentará en diciembre y que será, probablemente, el más ambicioso de su historia.

-¿Cuáles son las líneas de acción de este plan?

-Vamos a mimar la conservación y el mantenimiento de los espacios públicos con la contratación de personal de albañilería y limpieza, así como del gremio de pintores y soldadores. También habrá una línea de personal técnico, con la incorporación de arquitectos e ingenieros y, finalmente, se ampliará la plantilla de trabajadores municipales con auxiliares administrativos y conserjes, entre otros.

-¿Se ha visto limitado también el Ayuntamiento en materia de recaudación?

-El equilibrio económico del Ayuntamiento se ha visto resentido tras la bajada de la recaudación. Esta administración se financia con las aportaciones del Estado, de la comunidad autónoma y de los tributos municipales. Teguise no está cobrando la tasa de ocupación de la vía pública, por ejemplo, lo que hace que estemos notando un desequilibrio en materia recaudatoria, que alcanza ya los dos millones de euros. Al dejar de cobrar esta cuantía en impuestos y con las peticiones de fraccionamiento de las cuotas somos conscientes de que algo va a pasar en diciembre.

-¿Cómo está viviendo el tejido empresarial del municipio la situación a consecuencia de la crisis del coronavirus? ¿Qué está reclamando a su alcalde?

-Plantean que exista actividad. Sin actividad no hay economía. La restauración se ha mantenido activa durante el verano, pero temo que se pierda la temporada de invierno. Si perdemos la temporada de invierno habrá una crisis económica y social que nos costará muchos años remontar. Si el destino turístico no es seguro, vamos a vivir un momento de incertidumbre. El empresariado está reclamando mayor seguridad para los visitantes. Los turistas van a Grecia, Bélgica o Madeira con PCR de entrada, mientras en Canarias, seis meses después de solicitar estas pruebas, es ahora que se reclama oficialmente PCR en origen y destino. Cómo cree que se le queda la cara a la consejera de Turismo, Yaiza Castilla, que es una rehén dentro de un Gobierno en el que el vicepresidente Román Rodríguez dice que una medida así, fundamental, es cara. Como si no le dolieran los trabajadores del turismo y de los servicios, en definitiva el sector que mueve Canarias, el que aporta el 40 por ciento del empleo y el 35 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), y en Lanzarote y Fuerteventura más.

“Costa Teguise puede convertirse en un cementerio de esperanza. No puede ser que hoteles y restaurantes tengan que cerrar otra vez”

-¿Nota falta de cohesión entre los componentes del Gobierno de Canarias?

Son reinos de taifas. Si la consejera de Políticas Sociales [Noemí Santana, de Podemos] fuera socialista, ya estaría cesada, al igual que ocurre con la máxima representante de la Consejería de Turismo. Buena prueba de ello son los ceses en Educación y Sanidad. El presidente del Gobierno canario arregla la crisis no poniendo medios para superarla y exigiendo esfuerzo, sino destituyendo a sus consejeros para recuperar un poco de oxígeno. Estamos ante un Gobierno débil y esa debilidad conlleva un retroceso en la materialización de las políticas que desea ejecutar. No puede ser, que seis meses después de que los hoteleros y hosteleros hayan puesto la ilusión en retomar la actividad y en aplicar todas las medidas de seguridad, tengan otra vez que echar el cierre. Costa Teguise puede convertirse en un cementerio de esperanza. Si no vendemos Canarias como el mayor destino seguro turístico del mundo, que lo podemos hacer, lo vamos a pasar mal.

-¿Ha notado que se hayan echado para atrás inversores que estaban interesados en Costa Teguise?

-Sí hemos notado que obras para vivienda unifamiliar a las que habíamos concedido licencia han solicitado prórrogas, pero en cuanto a inversión con créditos comprometidos, no. Todo lo contrario, la planta hotelera de Costa Teguise me está presionando, en el buen sentido, para que las licencias salgan a tiempo. En este momento, el mayor cáncer para materializar la inversión es la burocracia administrativa. Posiblemente haya que mejorar la Oficina Técnica municipal, para lo que vamos a incorporar a un arquitecto y otra jurista, pero si los procedimientos tardan no es por el Ayuntamiento, sino porque las licencias en Teguise deben enviarse a Madrid, por las servidumbres aeronáuticas, o a Costas, y eso no lo entiende el vecino.

-¿La implicación en cuanto a inversiones del Gobierno de Canarias y del Cabildo está siendo adecuada con Teguise?

-La respuesta del Cabildo es mantener lo que había, el Plan de cooperación municipal. Pero lo que me preocupa es la inequidad de la inversión en Canarias. Teguise no ha recibido ni un solo euro del nuevo Gobierno y, mientras tanto, el PSOE local está mudo. Otro ejemplo de falta de equidad es que medio millón de euros para las zonas comerciales abiertas se destina a La Gomera, mientras se destina un millón y medio para toda Canarias. No se puede, primero, contentar a los socios de Gobierno y, luego, al resto del Archipiélago. Lanzarote era la tercera isla en materia de inversión gubernamental y nos pasó Fuerteventura. Alguien tendrá que decir por qué. Gracias a CC se hizo la carretera de Tahíche, en contra de los socialistas, y gracias a CC, se realizó la Circunvalación de Arrecife. Ahora, que hace falta materializar inversión, toman como excusa la COVID.

-Como diputado, en su primera experiencia en un foro autonómico ¿cree que lo que se debate en el Parlamento luego se traslada a la acción de gobierno?

-No. Por eso estábamos en contra de elevar el número de diputados a 70. Para afrontar el paso de la política municipal a la parlamentaria te tienes que tomar un sobre de Almax. En el Parlamento se debaten problemas y necesidades de los ciudadanos que no se materializarán hasta dentro de ocho o nueve meses, con suerte. Un ayuntamiento es diferente. Los vecinos quieren ver su problema solucionado de forma inmediata. Todo cargo público debería pasar antes de nada por un consistorio. Y, en Lanzarote, ganaríamos mucho si los nueve parlamentarios fuéramos a una.

“Estamos ante un Gobierno débil y esa debilidad conlleva un retroceso en la materialización de las políticas que desea ejecutar”

-En el caso de la inmigración, ¿qué solución le ve al problema de la acogida, un aspecto muy sensible porque dependiendo de lo que se diga puede interpretarse como racismo o xenofobia?

-Ni yo, ni nadie que conozca en esta Isla es racista o xenófobo. Cada cosa hay que ponerla en su sitio. El problema de la inmigración no es algo puntual, sino que va a ir al alza. Los organismos internacionales están advirtiendo de que África va a triplicar su población juvenil en los próximos 50 años. La primera puerta de entrada, aunque seamos lugar de paso, es Canarias, y tenemos que acoger a los migrantes. Canarias ha incrementado un 512 por ciento la llegada de migrantes, que se traduce en 5.000 personas más. Le decía al consejero que este dato tiene que tener un trasfondo: ¿por qué hay 5.000 personas más aquí y no en Ceuta o Andalucía? En la comunidad andaluza ha descendido la llegada de pateras porque hay mayor presencia policial en la costa: en 900 kilómetros lineales hay seis puestos base marítimos de la Guardia Civil y eso las mafias lo saben. Miran para Canarias y ven: un Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) en Lanzarote que no funciona y que en 750 kilómetros de costa solo hay dos puestos base de la Guardia Civil. Es fundamental que tengamos un puerto base en el norte de Lanzarote, porque tenemos más kilómetros de costa. Igualmente, solicito presencia de la Guardia Civil en La Graciosa. Nosotros no tenemos edificios públicos para albergar a los migrantes. Lo que le estoy pidiendo al delegado del Gobierno es que demuestre la solidaridad con Canarias y ceda el uso de los Cuarteles para alojarlos, algo que no va a ser permanente, sino temporal.

-En cuanto al mercadillo de Teguise, el más importante de la Isla, ¿cuáles son los planes del Ayuntamiento?

-Comprendo las demandas de los agricultores para su reapertura. Sin embargo, nuestro mercadillo, que es el segundo en importancia de España, no está segmentado. Aun así, intentamos volver a abrirlo en agosto y calculamos un coste de 30.000 euros en seguridad, al tiempo que las autoridades sanitarias desaconsejaron su reapertura por el flujo de visitantes. Ya estamos trabajando en todos los planes de contingencia para que la reapertura del mercadillo en el pueblo más bonito de España sea una realidad lo antes posible.

-Tras comprobar, a consecuencia de la pandemia, la fragilidad del sector turístico, se han oído voces que abogan por la diversificación y la apuesta por el sector primario. ¿De qué manera se puede conseguir?

-Desde Teguise no podemos liderar políticas agrícolas insulares. En cuanto al Complejo Agroindustrial, recuerdo que cogimos la institución municipal con 22 millones de euros de deuda. Todo eso se ha pagado, además, mejorando los servicios. Tengo que agradecer a los ciudadanos, de todos los colores políticos, que hayan apostado por Teguise. Por eso me duele que el Gobierno de Canarias no ponga ni un céntimo, ni siquiera para el Archivo histórico, el más importante de Canarias, del que ya tenemos proyecto. Si Canarias quiere ser una plataforma estable que genere empleo digno fuera desde las administraciones públicas, donde no se descarta que haya una regulación de empleo, tenemos que exportar los beneficios fiscales que tiene la comunidad. En segundo lugar, apostar por las energías renovables, además de diversificar la economía con todas las posibilidades que ofrecen las islas y fomentar otro tipo de turismo más allá del sol y playa, como el ornitológico o el de naturaleza.

“En Lanzarote, ganaríamos mucho si los nueve parlamentarios fuéramos a una”

-Volviendo al Complejo Agroindustrial, el Cabildo en su momento puso en marcha la quesería, que se está explotando por la concesionaria, hay una nave para envasado que se equipó y está cerrada, y no se han dado pasos más allá para activarlo.

-En su momento cedimos la titularidad de la quesería al Cabildo y al Gobierno para que saliera a concurso público. Con posterioridad, se hizo un proyecto de dinamización de políticas agrarias del jable, un plan de forraje, de políticas ecológicas, de compostaje... Es un proyecto ambicioso que debe ser liderado por el Gobierno de Canarias, que es el que tiene capacidad para ello. Quizás hay quien piense que Oswaldo Betancort se quiere apuntar un tanto, pero me gustaría que el tanto se lo apuntara el sector primario.

-¿En cuanto al Archipiélago Chinijo, cuáles son los planteamientos del Ayuntamiento en cuanto al Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), una de las asignaturas pendientes en la ordenación del territorio?

-Llevo nueve años esperando el PRUG. Necesitamos esa normativa como agua de mayo para actividades urbanísticas, pesqueras, comerciales, culturales... Con el nuevo Gobierno de Canarias nos hemos reunido y pactamos un calendario, con el que deseo ser respetuoso, y se fijó septiembre de 2021 para su aprobación. Si no sale en esa fecha, pondré a la gente en el muelle de La Graciosa y en el de la Caleta de Famara. La culpa de la anulación no es de nadie. El planeamiento fue tumbado por el Tribunal Supremo y hay que empezar de nuevo a trabajar. Pero no se puede tardar tanto.