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“Es una batalla para quien venga detrás”

Un Juzgado de Arrecife concede a una mujer 26 semanas de permiso, sumando las licencias de paternidad y de maternidad, aplicando el interés superior del menor

Saúl García 0 COMENTARIOS 11/08/2022 - 09:20

Mientras Olivia daba sus primeros pasitos, su madre, Paula, conseguía dar un paso más en la lucha por la igualdad de derechos. A finales de junio, el Juzgado de lo Social número tres de Arrecife fallaba a su favor. Es la primera sentencia en la Isla sobre este asunto: Paula había solicitado que se le concediera disfrutar del permiso de maternidad y también del de paternidad, ya que su nueva familia la forman solo Olivia, que tiene 16 meses, y ella.

“También es una batalla para quien venga detrás. No tengo ganas de protagonismo, pero creo que se puede ayudar así a otras familias monomarentales y es importante consolidar estos derechos, hay que abrir brecha con muchas cosas”, explica.

Paula Osácar decidió ser madre ella sola. No tenía pareja, pero tenía la posibilidad de acudir a un tratamiento de reproducción asistida que se lleva a cabo en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), en Tenerife. Se quedó embarazada en julio de 2020, cuando la salida de la pandemia aún era incierta. Dice que siempre tuvo instinto maternal. “Quería ser madre, no tenía prisa, pero después pasa el tiempo...”, señala. “No tengo pareja, y siendo mujer cabe esta posibilidad, si tienes menos de 40 años, así que quise intentarlo”, apunta.

Paula señala que fue una decisión muy pensada y muy consciente, y que pasar por todo ese proceso, que es largo, se convierte en un camino de resistencia: “Te pone a prueba, necesitas mucho autocontrol y un trabajo gigante de aceptación”.

Olivia nació en marzo de 2021. Paula trabaja como fisioterapeuta en el Servicio Canario de Salud (SCS). Desde que se reincorporó disfruta de una amplia reducción de jornada. Cuenta que ella sabía que tenía derecho a 16 semanas de permiso, pero que algunas compañeras le dijeron que había sentencias en otras comunidades, en unas circunstancias iguales a las suyas, que concedían a la madre también el permiso paterno. Pensó que era difícil, pero lo solicitó.

El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) se lo denegó en octubre del año pasado, pero decidió seguir adelante y reclamarlo judicialmente. El procedimiento, hasta que llegó la sentencia, duró lo mismo que un embarazo, pero fue “menos placentero”. La sentencia, en cualquier caso, no es firme y el INSS ha recurrido ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC).

Cuando se emitió la sentencia, Paula ya se había incorporado al trabajo

La sentencia, dictada por el magistrado Álvaro Hierro Fuster, del Juzgado de lo Social número tres de Arrecife, señala que la legislación no ampara de forma automática este derecho a tener la prestación del otro progenitor en caso de que no exista y que esta cuestión litigiosa “ha dado lugar a doctrina judicial contradictoria”, que está pendiente de una “necesaria unificación” por la Sala Cuarta del Tribunal Supremo.

La representación legal de Paula alegaba una discriminación indirecta por razón de sexo, ya que las familias constituidas por un solo adulto y un menor son mayoritariamente mujeres, aproximadamente un 83 por ciento de este tipo de familia.

“La igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres es un derecho básico de las personas trabajadoras. El derecho a la igualdad de trato entre mujeres y hombres debe suponer la ausencia de toda discriminación, directa o indirecta, por razón de sexo, y, especialmente, las derivadas de la maternidad, la asunción de obligaciones familiares y el estado civil”, apunta la sentencia, que añade que “los poderes públicos están obligados a adoptar medidas específicas a favor de las mujeres cuando existan situaciones patentes de desigualdad de hecho respecto de los hombres”.

10 semanas

Finalmente, la sentencia le concede otras 10 semanas más de permiso, y no 16 como solicitaba, ya que tanto el padre como la madre pueden disfrutar de 16 semanas, pero están obligados a disfrutar de las seis primeras tras el nacimiento. Esas seis ya las disfruta la madre en cualquier circunstancia, por lo que le conceden las otras 10.

El argumento esencial de la sentencia, sin embargo, no es el de derecho de la madre, sino el derecho de la niña. “La ausencia de toda previsión legal respecto de menores que conviven en familias monoparentales, a los efectos de garantizar su mejor cuidado y atención en los momentos iniciales de su vida, supone una vulneración de los derechos de los mismos que no encuentra justificación razonable u objetiva alguna respecto de la situación del mismo menor en familia biparental”, destaca el Juzgado.

 “Si tenemos derechos es gracias a que otra gente los peleó antes”

El magistrado también resalta que existe un superior interés del menor y que se convierte en una “cuestión de mayor relevancia en familias monoparentales, en las que por su propia naturaleza dicho cuidado recae en un solo progenitor, en especial en los primeros meses de su vida”.

Cuando se emitió la sentencia, Paula ya se había incorporado al trabajo. Había agotado las vacaciones y los permisos. Su abogada, Ithaisa Niz, había solicitado medidas cautelares pero no las habían concedido así que, en la práctica, el fallo se traduce en convertir en dinero esas 10 semanas. Y en esperar ahora la decisión del TSJC. “Tanto mi abogada como yo esperamos y confiamos en el buen criterio del tribunal”, resume.

Modelos de familia

Mientas espera, como hasta ahora, queda una gran tarea por delante: criar una niña, y hacerlo sola. “Es muy intenso, sin descanso, ahora es una entrega absoluta, vivo por ella y para ella”. Tiene el apoyo de sus padres y, de hecho, los primeros meses se trasladó a su casa. Ahora ya viven solas Olivia y ella.

Paula dice que, a pesar de que sus circunstancias no son las más habituales, no ha tenido que hacer frente a muchas preguntas: “Nadie me ha dicho nada negativo y cada vez hay más modelos de familia diferentes”. Pero sí señala que hay otras cuestiones en las que no se tiene muy en cuenta esta circunstancia. En la guardería municipal, donde no ha conseguido plaza, solo otorgan un punto por ser familia monomarental, y se concedió a raíz de la reclamación de otra madre, que tampoco se pudo beneficiar de ese punto extra. “Yo ahora peleó por otro derecho, porque si los tenemos es gracias a que otra gente los peleó antes”, sentencia.

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